Se trata del cuadro titulado "Elementos enigmáticos en un paisaje" óleo sobre tabla de 72,8 x 59,5 cm. pintado por Dalí en el año 1934. Este cuadro fue comprado a un particular por 7,8 millones de euros después de casi tres años tratando de convencer a su propietario que prefiere mantener su anonimato.
En el cuadro destaca un cielo de intensa luminosidad y en la tela una figura, la del pintor Vermeer de Delft, un autor que inspiró y fascinó a Dalí durante toda su vida. Situados enfrente aparecen los elementos enigmáticos: los cipreses, un Dalí niño a la derecha, vestido de marinero, que sostiene un aro y un hueso, y a su lado, sentada de espaldas, encontramos la figura de una nodriza. Estos dos elementos últimos son muy recurrentes en el Dalí surrealista y, especialmente, el de este momento de su producción.
En el cuadro destaca un cielo de intensa luminosidad y en la tela una figura, la del pintor Vermeer de Delft, un autor que inspiró y fascinó a Dalí durante toda su vida. Situados enfrente aparecen los elementos enigmáticos: los cipreses, un Dalí niño a la derecha, vestido de marinero, que sostiene un aro y un hueso, y a su lado, sentada de espaldas, encontramos la figura de una nodriza. Estos dos elementos últimos son muy recurrentes en el Dalí surrealista y, especialmente, el de este momento de su producción.
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